sábado, abril 26, 2008

EL ACCIONISTA MAYORITARIO

PETROS MÁRKARIS

(Estambul, 1937) ha colaborado con el cineasta griego Theo Angelopoulos escribiendo algunos de los guiones de sus películas. La serie de novelas negras, que tienen por protagonista al detective Kostas Jaritos, sufre en positivo de esa influencia.

Kostas Jaritos no es un detective al uso. De mediana edad y algo cínico, amante de la comida clásica griega e infatigable lector de diccionarios, unas veces se equivoca y otras acierta en sus lógicas deducciones. Además, y esto no suele ocurrirle al resto de personajes míticos de la literatura, los detalles ambientales de la vida cotidiana, como el calor, el tráfico urbano, el cansancio o las aglomeraciones, que muestran las dificultades propias de cualquier trabajo profesional, inciden en la vida y en las investigaciones del detective Jaritos, casi nunca de modo positivo. Eso sí, al final, como experimentado policía que es, logra conducir las pesquisas hasta una completa aclaración final.

En El accionista mayoritario, el detective Jaritos debe esclarecer los misteriosos asesinatos de personas relacionadas con el mundo de la publicidad. La investigación se verá alterada por el secuestro de un barco en orillas griegas de la ciudad de Janiá por parte de un sangriento grupo terrorista, y en el que se encuentra su hija. Los sentimientos encontrados entre el amor a su familia, que le incita a desplazarse al lugar del secuestro, y el cumplimiento del deber, que le obliga a permanecer en Atenas, conforman algunas de las páginas más bellas y con más sentido común de la novela negra de los últimos años.

El estilo ágil logra mantener el interés del relato, ayudado por una extensión adecuada de los capítulos, y su modo de unirlos. La galería de personajes habituales en las novelas de Márkaris es amplia, animada y variada: Adrianí, su mujer; la hija Katerina; Fanis, el médico novio de la hija; el director de la policía y jefe de Kostas, Guikas; la eficiente secretaria Kula; o sus subalternos Vlasópulos y Dermitzakis. Por otra parte, los personajes secundarios están muy bien caracterizados —la descripción de los testigos oculares de cada asesinato es maravillosa—; así como los personajes extranjeros y su modo de hablar. Así, la novela consigue arrastrar al lector desde la primera hasta la última línea, y recorrer de cabo a rabo la extensión de la novela acompañando al detective Jaritos, aunque sea en su Mirafiori sin aire acondicionado.

2 Comments:

At 9:14 p. m., Blogger Alfonso said...

He leido todas las novelas de Markaris que han llegado a mis manos (de momento, tres) y son increibles. Te metes en el personaje, te encariñas rápidamente con los nombres griegos,... entras desde la primera página en la acción.
Me alegra muchísimo que hayáis comentado este libro. Algunos dicen de Márkaris que es el Mankell griego... No lo sé... Lo único que puedo decir es que el comisario Jaritos (o Charitos, como lo han traducido en Italia) es un grande.
AKUNIN

 
At 5:16 p. m., Blogger Hilario said...

Tu descripción del universo Markaris me ha encantado, le has clavado. Me gustó su diferente estilo policiaco, sin complejos,

 

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